viernes, 31 de agosto de 2012

Sacha Baron Cohen, ese suicida.

 
 
Hoy vamos a hablar de Sacha Baron Cohen, el rey de la polémica. Baron Cohen esta triunfando en taquilla con El Dictador, una cinta en la que de nuevo crea revuelo y risas a partes iguales y vuelve a ponerle su sello reivindicativo.
 
Este cómico británico es, para mi, una obra maestra del disfraz y de la capacidad de sacar adelante proyectos muy peligrosos, que se tornan muy divertidos. La verdad es que con El Dictador ha vuelto a los oídos de todos, tras impresionar con Bruno y Borat.
 
El Dictador es una película divertida, que parece no tener más trascendencia que meramente hacer reír. Pero hacia el final el Comandante General Aladeen vuelve a demostrar que la película tiene un mensaje y un nuevo golpe en los morros a los EEUU.
 
Precisamente eso es lo que me maravilla de este actor y guionista. Su capacidad para sacar a relucir la decadencia de algunos sectores conservadores y de algunos gobiernos en caída libre. Baron Cohen promueve el humor de "Yo soy tonto, pero tu lo eres más". Bajo esta premisa, Cohen utiliza personajes sublimemente creados para sacar adelante sus proyectos. Personajes estereotipados y racistas, polémicos y desvergonzados, que sacan las verguenzas de todos los presentes.
 
En El Dictador y en Ali G Anda Suelto la realización es meramente cinematográfica. Todo esta preparado, con actores y con situaciones creadas para la película. En Ali G Anda Suelto además no hay mensaje, ni alboroto, es meramente una película muy divertida, que solo pretende entretener.
 
Las obras maestras de Baron Cohen son Borat y Bruno. El papel que más le gusta (y le funciona) al cómico británico, es el de reportero. En ambas cintas, pocas escenas de la película están preparadas y por ello Cohen se pone en peligro, llegando a parecer un autentico suicida en más de una ocasión.
 
Ambas películas tienen ya sus años, pero para mi, siguen siendo películas muy importantes. En Borat el reportero kazajo, no dejó indiferente a nadie y se abrió un hueco en los corazones de todos. Sus racismos y su estereotipado carácter hizo mucho mal a Kazajstan, pero yo creo que hizo más agravio a EEUU, teniendo en cuenta como acaban retratados dichos ciudadanos en esta cinta.
 
En Bruno más de lo mismo. Polémica tras polémica. Y mucho más peligroso fue el rodaje, en el que Cohen, disfrazado del estereotipado homosexual, escandalizó a judíos ortodoxos, terroristas, actores y actrices y al candidato republicano de 2008, Ron Paul. Más allá de eso, también es destacable como retrata a los pastores evangélicos, a los padres americanos que hacen cualquier cosa para que sus hijos sean famosos y a los homófobos del sur de EEUU.  
 
Al fin y al cabo, eso pretende Sacha Baron Cohen. Sacar a relucir el verdadero ser de cada persona y dejar en evidencia a la gente. Cohen utiliza la fachada de reportero para poder hacer autenticas cámaras ocultas, sin necesidad de ocultar la cámara, paradójicamente.
 
Cohen es un genio y esperemos que nos siga brindando grandes películas, con grandes mensajes. Quiéranme.
 
Aarón Hernández.
 
PD: Los Sábados y Domingos descansaré. Así que hasta el Lunes.
 
 
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.