Bienvenidos una semana más a 7Artes. Hoy volvemos a
reflexionar y lo haremos de la forma más respetuosa posible, dado que siempre
hay alguien que se ofende. El tema de hoy creo que no ofenderá a nadie, pero
nunca se sabe. Gente rebuscada y con la escopeta cargada hay en todas partes.
La reflexión de hoy trata sobre la expresión “El tiempo me dará la razón”. Mucha
gente se aferra a esta expresión para sentirse bien cuando la gran mayoría le
da la espalda y él tiene la razón. Pocas veces esta expresión será usada por el
que sabe que no lleva razón, ya que el ser humano es falso, hipócrita y se
autoengaño con mucha facilidad, pero no es capaz de engañarse a si mismo cuando
se habla del tiempo.
El tiempo tiene un peso enorme sobre las mentes de las personas.
Ya no solo en el ámbito del miedo a envejecer, a perder el contacto con la
gente o el gran miedo a que el tiempo destroce lo que un día fue amor. La gente
le teme al miedo porque es un gran justiciero. El otro día hablábamos de
justicia poética y, en este caso, el mayor precursor de dicha justicia es el
tiempo.
El tiempo pone a cada persona en su sitio. Nadie finge
eternamente. Al mentiroso se le pilla con el tiempo. La mentira tiene las patas
cortas y el tiempo las tiene largas, aunque su tronco es corto. Y es corto
porque el tiempo corre y a su vez, hace la vida corta. Tan corta, que el tiempo
no es capaz de ser injusto con el que no lo merece. Es por ello que siempre
acabará susurrando la verdad entre el viento, como un buen vino cuando choca con
los labios.
Siempre dará la razón al que la tiene. Quien sabe que la
tiene, pero no se la dan, se escudará en el dichoso dicho, valga la
redundancia. Es el escudo de los desahuciados por la mentira generalizada y es
la balsa que los mantiene a flote mientras se resuelve la injusticia cometida.
Y el tiempo será justo. Y les dará no solo la razón, si no algo más. Les dará
la verdad absoluta en ese terreno. Les dará la credibilidad que no tuvieron en
su día, aumentada por tres. Les dará disculpas, les dará satisfacción personal
y, porque no decirlo, les dará venganza. Venganza suave y calculada.
No es la sed de venganza lo que mueve al que espera que el
tiempo sea buen juez. Lo que mueve a esa persona es la justicia, la verdad, la
honestidad y salvaguardar su honor. Hoy en día ya nadie se preocupa de
conservar el honor. Conservan la imagen pública, la visión social que tienen de
ellos. Eso no es el honor y, de hecho, muchas veces venden el honor a cambio de
la imagen que quieren dar.
En mi caso, el tiempo me ha dado muchas veces la razón y,
otras tantas, me la ha quitado. Cuando me ha quitado la razón, no esperaba
tenerla. Cada uno tiene su punto de vista, la verdad de cada uno es “su
verdad”. El tiempo dirá cual de las verdades es la absoluta. Aunque en este
mundo no hay nada absoluto.
En muchas ocasiones te sentirás solo y repudiado. Sentirás
que nadie te da la razón, que no es justo lo que te está pasando y que todo
debería ser visto de otra forma. En ese caso, hay dos posibles opciones.
Primero, que lo que te está pasando te lo mereces realmente, por tu actitud,
por tus tonterías y un largo y complicado etcétera. Segundo, en verdad es
injusto y por tanto, el tiempo te dará la justicia que un día se te negó.
Y esto ha sido todo por hoy. Espero que tomen bien el
consejo que les doy. Un saludo y feliz semana.
Aarón Hernández.
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