Bienvenidos un lunes más a 7Artes. Hoy os voy a dar la
monserga con un tema que ha sido de mi interés en las últimas semanas,
incentivado por el visionado de Boardwalk
Empire. Es el intrigante y mágico mundo de los gangsters. Esos delincuentes
bien vestidos que se convirtieron en magnates gracias, sobre todo, al líquido
sagrado. El alcohol.
Hoy vamos a hablar de 7 Gansters destacados en la era de la
prohibición, cuando la Ley Seca o Ley Volsted supuso un fantástico negocio para
todos aquellos que querían hacer dinero rápido. Nadie escapaba a la tentación,
ni siquiera Joe Kennedy. El patriarca de la familia Kennedy fue contrabandista
y se dice que pagó los estudios de JFK con dinero “deshonesto”.
Alphonse “Al” Capone
Durante el inicio de la Ley Seca, este ítaloamericano
procedente de Brooklyn, no era más que el chofer y guardaespaldas de Johnny
Torrio. Torrio no solo fue su jefe, si no que también fue su mentor. Él le
enseñó el oficio y poco a poco, fue dándole el control sobre algunos burdeles y
algunos negocios con el tráfico de alcohol. También estuvo empleado al servicio
del matón Frankie Yale. Trabajando en uno de los bares de Yale, Frank Gallucio,
el hermano de una chica que Al había insultado, sacó una navaja y le cortó tres
veces en la cara, granjeándole el sobre nombre de “Scarface”.
Torrio le dio más poder, nombrándole jefe de las operaciones
en Cicero. Allí Capone se enfrentaría a los irlandeses, encabezados por Dean
O’Banion y más tarde por Bugs Moran. Tras acabar con el primero y con la banda
del segundo, su poder creció y formó el sindicato del crimen que se haría con
el control absoluto de Chicago hasta que Elliot Ness consiguiese meter a Capone
entre rejas.
Murió por complicaciones de la sífilis el 21 de Enero de
1947.
Arnold Rothstein
“El gran financiero” como era llamado, era un hombre sobrio,
inteligente y elegante. Jefe indiscutible de los negocios turbulentos de Nueva
York y uno de los gangsters más poderosos de la época de la Ley Seca. Rothstein
era un jugador profesional de poker, dados, carreras de caballos y
posteriormente se hizo prestamista. Abrió casinos y se metió en el negocio del
alcohol, aumentando así aún más, si cabe, su fortuna.
Rothstein apadrinó a Meyer Lansky y a “Lucky” Luciano y los
tuvo bajo su tutela aunque siempre les dio libertad para tener otros negocios
que no contraviniesen los intereses de Rothstein.
Pero este judío que siempre llevaba pajarita, que era
abstemio y bebía leche, se hizo más famoso por algo que nunca se demostró que
hubiese hecho, pero que era un secreto a voces. “El escándalo de los medias
negras”. Es el nombre que se le dio al caso de amaño en las series mundiales de
béisbol de 1919, donde, según se dice, Rothstein compró a los jugadores de
Chicago White Sox para que se dejasen perder y poder el apostar sobre seguro.
Rothstein inspiró al personaje de Meyer Wolfsheim de la
novela El gran Gatsby y encontró su
final de un tiro en el estómago. Presumiblemente fue George McManus el asesino,
cobrándose así una deuda de juego que Rothstein se negaba a pagar. Eso fue el 4
de Noviembre de 1928.
Benjamin “Bugsy” Siegel
Bugsy Siegel no era un genio del contrabando. Ni siquiera
era un genio criminal. Era un loco. Estaba completamente tarado y le gustaba
matar. Era una especie de psicópata organizado, que mataba con la misma
facilidad con la que seducía a mujeres de aquí y de allá. Siegel destacaba por
su elegancia y su cara de actor de Hollywood. Era un tipo bien parecido y nadie
se imaginaba que detrás de ese aspecto se escondía un demente y sanguinario
gangster.
Siegel conoció a Meyer Lansky cuando eran niños y ambos se
apoyaron mutuamente, formando su propia banda para plantar cara a las bandas de
ítaloamericanos que abusaban de los judíos. Lansky era el cerebro y Siegel era
la fuerza bruta.
Tras hacer amistad con “Lucky” Luciano y entrar en el
negocio de el alcohol y, posteriormente, en el de la heroína también, Lansky le
dio otras tareas a Siegel. La más importante fue explotar el todavía
desconocido mundo de Las Vegas. Así, Siegel se convirtió en uno de los
fundadores del famoso hotel Flamingo.
Sus coqueteos intempestivos y su loco comportamiento
empezaron a suponer un problema para Lansky, quien se dice estuvo detrás de su
muerte que aconteció el 20 de Junio de 1947 en Beverly Hills. Murió tiroteado y
la teoría más común fue un ajuste de cuentas por deudas con la mafia.
Dean O’Banion
Volviendo al Chicago de Torrio y Capone. Charles Dean
O’Banion era el jefe de la banda del norte durante la era de la prohibición.
O’Banion era un florista de ascendencia irlandesa que fue capaz de desafiar a
los ítaloamericanos y hacer una fortuna con la venta de alcohol en su zona.
Su enfrentamiento con Capone cada vez se tornó más personal
que una mera cuestión de negocios o conflictos de intereses. Capone lo odiaba y
lo quería ver muerto. No fue hasta que Torrio le dio permiso cuando Al se vio
en disposición de acabar con “Dion”.
O’Banion era prepotente y usaba su floristería de tapadera
de hombre normal. Bien vestido y con una ligera cojera que arrastraba como
consecuencia de tener una pierna más corta que otra.
En la mañana del 10 de Noviembre de 1924, O’Banion estaba
cortando crisantemos en su floristería cuando Frankie Yale y dos pistoleros
entraron con la premisa de comprar flores. Cuando O’banion y Yale se
estrecharon las manos, Yale sujetó la mano de Dean mientras los dos gangsters
que le acompañaban acribillaban a O’Banion. Ese fue el final del líder de los irlandeses.
Su testigo lo tomaría Hymie Weiss y posteriormente Bugs Moran.
Charles “Lucky” Luciano
Salvatore Lucania de nacimiento. Nació en Sicilia, y llegó
junto a su familia a Estados Unidos en 1907. Comenzó a vivir en un barrio judío
donde conocería a Meyer Lansky y Bugsy Siegel, formando una asociación que
jamás se rompería.
A través de Lansky conoció a Rothstein que lo apadrinó y le
enseñó muchas cosas, entre ellas, como vestir, según contaba el propio Luciano.
Sus negocios también estaban unidos a los de Joe Masseria. Masseria era un
gangster muy tradicional y su forma de ver las cosas no era la misma que la de
Luciano, que si veía bien unir sus intereses a los de otras etnias, como era el
caso de los judíos como Lansky o Rothstein.
Tras las represalias de Salvatore Maranzano, enemigo de
Masseria, que capturaron a Luciano y le hirieron la cara con una navaja,
Luciano supo que las cosas tenían que cambiar. Quedó a cenar con Masseria, fue
al baño y a la vuelta, Bugsy Siegel y Vito Genovese entre otros, habían
acribillado a “Joe the Boss”.
A partir de ese momento Luciano asumió el control de la
familia e hizo las paces momentáneamente con Maranzano, al que finalmente
aniquilaría para hacerse con el poder completo de la mafia italiana. Tráfico
con alcohol y junto a Lansky se inició en el negocio de la heroína.
Luciano, y su rostro demacrado por la viruela, se hicieron
un sitio en el imaginario de todos los americanos y actualmente está
considerado el inventor del crimen organizado en familias y el primer “Don” de
la llamada familia Genovese. También se le relacionó con el asesinato del
presidente de Panamá, José Remón Cantera.
Murió de un infarto el 26 de Enero de 1962.
Meyer Lansky
Su nombre lleva apareciendo constantemente durante este artículo. Bien, pues es hora de hablar de “El contable de la mafia”. Majer Suchowliński nació en Grodno que formaba parte del Imperio Ruso. Hoy en día es Bielorrusia. En 1911 llegó con su familia a EEUU y se aposentaron en el Lower East Side de Manhattan.
Allí, Lansky, de solo 1’52 de estatura, tenía que vérselas con matones italianos día si y día también. Fue así como, tras conocer a Bugsy Siegel, decidieron emprender su propia banda. Pronto haría amistad con un joven ítaloamericano, Lucky Luciano. Juntos fueron los protegidos de Rothstein y comenzaron negocios de venta de alcohol, partidas de poker ilegales y se metieron en el desconocido mundo de la heroína.
Lansky ayudó a Luciano a deshacerse de Maranzano, dándole el mismo a un grupo de sicarios judíos que acabaron con el mafioso italiano. Pero más allá de eso, Lansky era un genio financiero. Tenía una gran habilidad con las matemáticas y era capaz de vender cualquier cosa gracias a su elocuencia y desparpajo.
El pequeño Meyer fue el hombre que descubrió el gran negocio que había en Las Vegas, también fue el creador del sistema de lavado de dinero de la mafia e invirtió en casinos en Cuba en un movimiento que en aquella época nadie se podía imaginar. Un auténtico genio que vivió rodeado de lujos y sumido en una inmensa fortuna.
Lansky ayudó a Luciano a deshacerse de Maranzano, dándole el mismo a un grupo de sicarios judíos que acabaron con el mafioso italiano. Pero más allá de eso, Lansky era un genio financiero. Tenía una gran habilidad con las matemáticas y era capaz de vender cualquier cosa gracias a su elocuencia y desparpajo.
El pequeño Meyer fue el hombre que descubrió el gran negocio que había en Las Vegas, también fue el creador del sistema de lavado de dinero de la mafia e invirtió en casinos en Cuba en un movimiento que en aquella época nadie se podía imaginar. Un auténtico genio que vivió rodeado de lujos y sumido en una inmensa fortuna.
Murió el 15 de Enero de 1983 de cáncer de pulmón a los 80 años.
George Remus
Al igual que Lansky, nunca fue un mafioso propiamente dicho. Nunca mató a nadie directamente, hasta que mató a su mujer. George Remus era abogado. Defendía a muchos tipos de canallas, entre ellos, contrabandistas. Remus se dio cuenta de que esa gente solo pagaba una multa y quedaban en libertad para seguir ganando dinero. Más dinero con el alcohol del que Remus ganaba como abogado.
Así, Remus utilizó sus viejos conocimientos como farmacéutico para abrir una empresa farmacéutica y tener la licencia para vender alcohol, ya que en época de la Ley Seca las farmacias si podían vender alcohol. A su vez, memorizó la Ley Volsted en busca de vacíos legales. De esta forma Remus abrió su destilería en la granja de Death Valley y empezó la producción de alcohol que iba a sus farmacias y que, misteriosamente, era robada y distribuida de forma ilegal. Eran secuaces de Remus que se autorobaban.
George Remus
Al igual que Lansky, nunca fue un mafioso propiamente dicho. Nunca mató a nadie directamente, hasta que mató a su mujer. George Remus era abogado. Defendía a muchos tipos de canallas, entre ellos, contrabandistas. Remus se dio cuenta de que esa gente solo pagaba una multa y quedaban en libertad para seguir ganando dinero. Más dinero con el alcohol del que Remus ganaba como abogado.
Remus vendía licor en las farmacias y también de forma ilegal sin levantar sospechas. La riqueza de Remus crecía y también su prepotencia y megalomanía. Esta llego hasta tal punto que comenzó a referirse a si mismo en tercera persona. Sus fiestas eran inmensas y sus regalos en dichas fiestas eran lujos increíbles.
Remus gozaba de inmunidad política otorgada por Jess Smith un intimo colaborador del fiscal general de estado Harry Daugherty. Tras las investigaciones de corrupción, Smith no pudo con la presión y se suicidó, dejando a Remus sin inmunidad. Remus finalmente ingresó en prisión por violar la Ley Volsted en 300 ocasiones.
Remus gozaba de inmunidad política otorgada por Jess Smith un intimo colaborador del fiscal general de estado Harry Daugherty. Tras las investigaciones de corrupción, Smith no pudo con la presión y se suicidó, dejando a Remus sin inmunidad. Remus finalmente ingresó en prisión por violar la Ley Volsted en 300 ocasiones.
Cuando salió de prisión descubrió que su mujer y el amante de esta habían gastado toda su fortuna y decidió asesinarla. En el juicio alegó enajenación mental, dio un espectacular discurso e hizo la interpretación de su vida. Tras ello el jurado lo declaró inocente.
El gran contrabandista murió de causas naturales el 20 de Enero de 1952 a los 77 años.
Y esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya entretenido este cachito de historia de los bajos fondos. No descarto hacer una segunda parte con 7 gangsters más. Un saludo. Sean felices, como yo.
El gran contrabandista murió de causas naturales el 20 de Enero de 1952 a los 77 años.
Y esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya entretenido este cachito de historia de los bajos fondos. No descarto hacer una segunda parte con 7 gangsters más. Un saludo. Sean felices, como yo.
Aarón Hernández.
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