Bienvenidos un lunes más a 7Artes. Tenemos problemas. Graves
problemas a nivel español. Problemas que deberían levantar la preocupación de
la mayoría de la gente. Seamos claros: Nos vamos a la mierda.
Y no, no me voy a poner a hablar de crisis, no voy a
criticar a PP o PSOE, nada de eso. Nada de política. No os voy a dar de comer a
unos y a otros con mi opinión personal sobre la política. Voy a hablar de
cultura, pero tampoco voy a hacer la gracia de meterme con ningún ministro, de
poner apelativos, no voy a dármelas de indignado, ni voy a dármelas de facha.
Voy a hablar de ustedes. Los que os ponéis detrás del televisor.
He tenido la suerte de reformarme bastante. Si bien es
verdad que nunca me han gustado los realities, si es cierto que he visto
realities. He seguido ediciones de Gran Hermano. La última de ellas, la 12+1.
Sin embargo, he sabido callar bocas. Las bocas que dicen que quien ve realities
es subnormal. No me considero subnormal y creo que siempre he sido bastante
inteligente. Nunca he entrado a un foro a pelear por defender a un concursante
que no me va a dar ni un duro si gana. Tampoco me he gastado ni un céntimo en
votar en ningún reality. Solo los he visto. Ya no. Ya no pierdo el tiempo.
También dejé de ver la televisión y me siento orgulloso. Si
quiero ver series o programas los veo por internet. La televisión solo para el
fútbol. En definitiva, he dejado de ver la tv, sobretodo aquella que la gran
mayoría de españoles tiene en sus casas, la TDT. Cadenas como TVE, La 2,
Telecinco o Antena 3 no existen para mi. Cada una de estas cadenas son
partidistas. Cada una barre para dentro, favorecen a quien les paga. Y es
lícito. Es normal lamerle el culo a los intereses de quien te da de comer.
Vemos día tras día a gente que se traga todo lo que echan en
la tele. Haciendo esto les da dinero, les da de comer a personas sin ningún
tipo de cualificación. Ya no es el tema de si tienen o no estudios. El problema
es que son imbéciles. Son personas que han nacido para holgazanear, no tienen
oficio ni beneficio, no tienen ningún tipo de talento y aún así, se están
apoderando de todos y cada uno de nuestros trabajos. Se apoderan de nuestra
posibilidad de trabajar. Periodistas, escritores, actores y un largo etcétera
que no encuentran trabajo porque estos mentecatos los succionan todos ante el
clamor del público más vulgar.
Es lícito que queráis ver la tele. Es respetable que veáis
Mujeres y Hombres y Viceversa, Gran Hermano, Gandía Shore, Un príncipe para
Maria Antonia, etc. Es vuestro cerebro el que se va a pudrir. A mi
personalmente no me gusta. He evolucionado mentalmente. Y con esa evolución
dejé de perder el tiempo frente a la tele. Ahora soy más inteligente, antes
también era listo, ahora más. Y no es prepotencia, es una realidad. No me aportaba
ningún beneficio seguir viendo esas cosas.
Por un lado está la panda de intelectuales de palo, que se
dedican a insultar a los que ven estos realities y de forma muy cruel y
reiterada. Yo soy el primero que se ha quejado de estos programas y el primero
que se ha metido satíricamente en Twitter con los que ven eso. Pero hay que
saber manejar el ritmo. Hay que saber cuando parar para no ser repetitivo. He
visto a “intelectuales” desear enfermedades graves a quienes ven realities. Y
son intelectuales de palo porque luego los ves riéndose con Gandía Shore,
utilizando sus expresiones y leyendo “Cincuenta sombras de Grey”.
Luego están los que ven los realities y los comentan. Nos
dan la brasa en Twitter. Nos quejamos de los TTs de Justin Bieber y 1D. ¿Y los
de los realities? TTs de apoyo a concursantes de Gran Hermano, TTs que hablan
sobre el nuevo tronista, Frinxi y cosas de ese estilo. No está bien insultar
todo el rato y criticar los realities para ganar retweets, pero tampoco está
bien dar la monserga con tus jodidos realities en Twitter. Si no veo la tele es
para librarme de eso y lo tengo que soportar en Twitter. Y los dueños de las
cadenas ven ese éxito que tienen estos programas en las redes sociales y les
dan más vida. Y así, nunca acaba esto.
Les dais de comer. Y en la calle gente pasando hambre y
desahuciada. Ellos, los monstruos fruto de los realities montados en
descapotables y con tetas de plástico por cortesía de un premio por no hacer
nada en una casa llena de cámaras. Y encima jactándose, reiterando su máxima de
“Soy rico por ser quien soy, por ser imbécil y hacer gracia, por no tener
ningún talento”.
Y Belén Esteban, ese ser despreciable que echa mierda por la
boca en Telecinco, ha escrito un libro. Y el libro es éxito de ventas porque
una serie de señoras menopausicas, cuya mayor preocupación es la sequedad
vaginal, les da por leer su libro cuando nunca han cogido uno en su vida. No
pido que lean a Fitzgerald o a Honoré de Balzac, pero ¿A Belén Esteban? ¿En
serio?
Pero ahí no queda la cosa. Rafa Mora. El archiconocido
tronista de MYHYV. “Señor” que destaca por su musculatura y su falta de
cerebro. “Envidia” clamarán sus fans y él mismo. Sinceramente, me gusta mi
vida. Me gusta como vivo, la gente que me rodea, mi trabajo y encima tengo la
suficiente inteligencia como para hacer algo más que pasar el día. Envidia no,
son hechos. Rafa Mora es idiota. ¿Qué libro puede escribir ese tipo?
Probablemente un libro autobiográfico y prepotente escrito en realidad por
otros señores, comúnmente llamados “Negros”. Un libro tan horrible que
insultará a la inteligencia del lector, pero claro, si compras el libro de Rafa
Mora, no creo que tengas mucha inteligencia. Además ha escrito dos, el segundo
no se de que irá, pero va acompañado de un DVD de él mismo haciendo posturas de
campeón de culturismo y riéndose en vuestra cara.
También han escrito libros Mario Vaquerizo, Jorge Javier
Vázquez y otros tantos casposos. También son éxitos porque una señora de 50
años, cuya mayor preocupación es que al quitarse el sujetador no sepa a que
temperatura está el suelo, se lo compran porque les interesa saber cuantos
negros congoleños se lo hicieron por detrás a Jorge Javier. Hasta María
Lapiedra actriz erótica y porno ha escrito una trilogía erótica al estilo “50
sombras de Grey”. Otro ejemplo de libros malos, de mala literatura que triunfa
en todo el mundo y, como no, también en España.
Y así están las cosas. Las editoriales apuestan por casposos
que van a ser superventas sin merecerlo. Apuestan por gente que ni escribe sus
propios libros. Luego también apuestan por la literatura fantástica y las
series del estilo “Los juegos del Hambre” y cosas así. Literatura para
adolescentes que realmente no es buena. Por eso a mi no me van a publicar mi
novela. Al menos en la pauta actual de selección, no lo van a hacer. La cultura
está en decadencia y los casposos de la tele están por delante de cualquiera en
cualquier empleo.
Ahora os pregunto a mis seguidores, a los amantes del blog,
a mi gente que me lee y al público en general. Valorando mis artículos ¿Creéis
de verdad que Belén Esteban o Rafa Mora tienen algo mejor que contar que yo?
¿Creéis que merecen publicar libros y yo no? Yo personalmente creo que no.
Un saludo. Sean inteligentes y felices, como yo.
Aarón Hernández.
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