miércoles, 23 de enero de 2013

Argo y Los Miserables.


Hoy volvemos a hablar de cine, de cine de actualidad. Hoy comentaremos dos películas que están nominadas al Oscar a mejor película y que, por lo tanto, están en lo más alto del cine actual.

Mis opiniones son personales y aquí todos tenemos el derecho de expresar nuestra opinión. Sois libres de discrepar y de comentarlo, si queréis.

Sin más dilación vamos a ponernos con las críticas de estos dos grandes films. Cada uno a su manera.

Argo (2012)



Ésta película ya se ha llevado el Globo de Oro a mejor film. Y su director, Ben Affleck el Globo de Oro a mejor director. Una película con grandes pretensiones y que ha cumplido al 100% las expectativas.

Tony Mendez (Ben Affleck) es un agente de la CIA, especialista en rescates que se ve en la misión de sacar a unos diplomáticos que están escondidos en la embajada de Canada en Teherán, en la época en la que la crisis de los rehenes en Irán comenzaba.

Mendez idea el plan de sacarlos de allí bajo la artimaña de hacerse pasar por miembros de un equipo de rodaje que van a hacer una película y están buscando exteriores. Para llevar a cabo la misión, Mendez contará con la ayuda de el maquillador ganador de un Oscar, John Chambers (John Goodman) y del productor Lester Siegel (Alan Arkin).

A partir de ahí, la película toma las vías de un thriller, trepidante y basado, con más o menos acierto, en hechos reales.

La dirección, como antes hemos dicho, está a cargo de Ben Affleck. Affleck está alcanzando la cúspide de su carrera como director y ya se le compara con Clint Eastwood. Su estilo en este film es magnífico y nos deja planos geniales y una capacidad para canalizar el ritmo narrativo a la altura de los grandes. Pese a todo la Academia se ha olvidado de él como director en ésta edición de los Oscars.

El final del film demuestra la solvencia de Affleck para llevar un ritmo excelente y mantener al espectador en tensión de forma magnífica.

El guión está escrito por Chris Terrio, basándose en el libro de memorias del verdadero Tony Mendez. El guión está hecho de forma magnífica, manteniendo más tensión que diálogos. Los diálogos que nos da esta película son de un extraño humor negro y comicidad, apoyada en la clandestinidad de la CIA.

El final del film es un ejercicio de calidad a la hora de elaborar un guión. La tensión y el suspense están genialmente ideados por Terrio.

Los actores están magníficos en sus papeles. Affleck interpreta con maestría a Tony Mendez, manteniendo al espectador en la idea del hombre atormentado, padre de familia divorciado y, ante todo, héroe del film. Affleck interpreta a la perfección esas secuencias de silencio y la mirada del héroe anónimo.

El plantel de secundarios es muy bueno. Bryan Cranston interpreta al jefe de Tony. De nuevo Cranston nos muestra su calidad y capacidad interpretativa con la que ya nos deleita en Breaking Bad. John Goodman hace un genial papel y forma dupla casi cómica con Alan Arkin, en otro papel mágico. La nominación de Arkin al Oscar a mejor secundario es también para Goodman. El uno sin el otro no hubiesen logrado este éxito.

Destacable también el trabajo de los actores que hacen el papel de diplomáticos. Aquí, la producción de casting quiso buscar actores que se pareciesen a los verdaderos diplomáticos y el resultado fue fantástico. El parecido, que podemos ver en los títulos finales del film, es espectacular. Ellos son Clea DuVall, Kyle Chandler, Victor Garber, Tate Donovan y Zeljko Ivanec. También interesante la aparición de Michael Parks interpretando al dibujante de comics, Jack Kirby.

La BSO está compuesta por Alexandre Desplat y cumple con su cometido, con temas de tensión y épicos en su repertorio.

La película es una de mis favoritas a ganar el Oscar a mejor film. Así que mi puntuación es de 7'5.

Los Miserables (2012)


Otra de las películas anunciadas a bombo y platillo. El clásico musical basado en la novela de Victor Hugo. Un elenco de actores/cantantes conocidos y, aún así, aburrida.

La historia es la de siempre. Jean Valjean (Hugh Jackman) sale de su condena en prisión y tras robar plata en un monasterio se forja una nueva vida, llegando a convertirse en el alcalde de un pueblo y dueño de una fábrica. Tras el fugado Valjean, va el clásico sirviente de la ley, Javert (Russell Crowe). En la fábrica de Valjean trabaja Fantine (Anne Hathaway) la cual acaba despedida y vagando por las calles, trabajando de prostituta y muriendo finalmente. La tapadera de Valjean se cae y debe recoger a la hija de la fallecida Fantine, Cosette (Isabelle Allen) de las garras de los avariciosos señores Thenardier (Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter) y tras ello huir de la persecución de Javert.

En la segunda parte del film, Cosette (Amanda Seyfried) es ya adulta y se oculta junto a su padre en París. Allí se enamora del revolucionario Marius (Eddie Redmayne).

Y a partir de ahí no cuento más, aunque la historia de Los Miserables de Victor Hugo sea ya por todos conocida.

La dirección de este musical corre a cargo de Tom Hooper, que nos deleitó con El Discurso del Rey. Aquí cumple el difícil cometido de dirigir a los actores en las facetas de actuación y de canto. Ya que cantaban en directo en el set, ayudados por un pinganillo.

Hooper cumple con su deber, aunque inevitablemente cae en el problema del ritmo. No es culpa suya, es que esto es un musical y la duración de las canciones hace al film caer en una brecha temporal de la que parece no poder salir.

El guión es de William Nicholson y lo siento por él, pero lo podía haber elaborado cualquiera. Teniendo en cuenta que es la adaptación de la novela de Victor Hugo y que las letras de las canciones existen desde hace muchos años, su labor es mínima. La película no cambia de la versión original a la doblada, solo porque no hay apenas diálogos que no sean los cantados.

Los actores han generado polémica. Primero decir que ninguno de ellos está al nivel de los que interpretan el musical en Broadway y otros grandes teatros. Aún así lo hacen medianamente bien. Jackman muestra sus dotes como cantante y nos regala buenos momentos. Hathaway es muy buena en su papel de Fantine, una lástima que interpretar a Fantine signifique dejar de salir en el film antes de la mitad de la película.

Russell Crowe ha sido objeto de crítica. Tiene ese tono de bajo al cantar y a mi, personalmente, si me gustó su labor. Es cierto que a veces chirría y que su Stars no está al nivel de los grandes Javerts del musical. También es cierto que a veces se preocupa más de cantar bien y olvida actuar. Sin embargo, a mi me gustó.

Eddie Redmayne cumple dos objetivos en el film. Canta bien y moja bragas. Eso vende y el personaje de Marius nunca fue tan exitoso como lo es ahora. Gracias a una interpretación de galán cantarín. Buen trabajo vocal, eso sí. Su compañera es Amanda Seyfried que también hace un buen trabajo como joven damisela y cantando tampoco le va mal.

Sacha Baron Cohen se descubre como un tipo con buena voz y da a la película ese toque cómico que solo puede dar el genio inglés. Destacable su pareja Helena Bonham Carter, que hace un gran trabajo tanto cómico, como vocal.

También destacables Samantha Barks como Eponine, la eterna enamorada platónica de Marius y Daniel Huttlestone como el clásico y valiente niño revolucionario, Gavroche.

De BSO no hay nada que decir, porque la película en si es una BSO. A destacar temas clásicos del musical como Stars, I dreamed a dream, the confrontation, One day more y un largo etcétera.

Una buena película para los amantes del musical de Los Miserables, pero pese a todo a mi se me hizo lenta y aburrida. Mi puntuación es de 6'7.

Y ésto ha sido todo por hoy. Vayan a ver estas películas y disfruten de un buen rato de cine. Un saludo. Quieranme.

Aarón Hernández.

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