miércoles, 10 de abril de 2013

El Halcón Maltés. El comienzo del cine negro.


Bienvenidos al día del cine. Hoy vamos a hablar de un clásico del cine y otro gran film que encumbró a Humphrey Bogart. Una película muy buena para su tiempo y que nos llena de suspense desde el minuto uno.

Cuando lees un libro y luego ves la película, normalmente la decepción es grande, sin embargo, El Halcón Maltés mantiene la esencia del libro y conserva a la perfección las mejores partes y diálogos del libro escrito por Dashiell Hammett.  La verdad es que antiguamente, las películas eran más fieles a los libros. Hoy en día eso ya es muy difícil.

Sin más dilación vamos a comentar este clásico del cine.

El Halcón Maltés (1941)



La película narra la historia de un Halcón cubierto de oro que fue robado cuando se dirigía a su dueño, Carlos V y nunca más apareció. Sam Spade (Humphrey Bogart) es un detective privado que trabaja con su socio Miles Archer (Jerome Cowan). Un día reciben la visita de una joven que pide ayuda para encontrar a su hermana que está fugada con un vividor.

La investigación repercute en la muerte de Archer y también en la del misterioso hombre. Spade, acosado por la policía decide emprender la investigación, desenmascarando la mentira de la joven que los contrató, que resulta llamarse Brigid O’Shaugnessy (Mary Astor) y es una mentirosa compulsiva. Spade descubrirá que Erigid es una estafadora y que el hombre muerto era su socio en el plan de robar el preciado Halcón Maltés.

La aparición del afeminado y extraño señor Joel Cairo (Peter Lorre) y de un hombre de finanzas como es Kasper Gutman (Sydney Greenstreet) y su mató, Wilmer (Elisha Cook Jr.) complicarán aún más las investigaciones de Spade, que se verá envuelto en una vorágine de mentiras, mientras su amor – odio por Brigid crece.

El film está dirigido por la experta mano de John Huston. Su dirección es sencilla y a la vez imaginativa, creando una atmósfera de suspense fantástica. Domina a la perfección el ritmo de la película y nos cuenta la historia de una forma muy lograda para la época en la que se encontraba el cine. Supera así con creces a películas que están elaboradas hoy día y que no saben, por mucha tecnología que haya, sacar rendimiento a la narrativa de un film.

El guión es del propio John Huston, que hace otra labor formidable. Su adaptación de la magnífica novela de Dashiell Hammett es increíble. La novela siempre será mejor, pero la labor de Huston es muy buena. Conserva los elementos más importantes, las escenas más significativas y reproduce con una fantástica igualdad los diálogos de la novela. Solo hay que ver el final del film y leer el final del libro para ver como ser parafrasea.

Las interpretaciones son muy buenas, en parte, porque está por medio el gran Bogie. Humphrey Bogart se los merienda a todos captando la esencia de Spade. Rudo, atormentado, fumador, desconfiado, cínico y de moral dudosa. Su interpretación es ya inmortal y su labor en la última escena del film es increíble. Su aspecto dista de ser el mismo que el de el Spade de la novela. El de la novela es alto, rubio, de ojos verdoso. Humphrey era todo lo contrario, sin embargo, su interpretación lo ha convertido en el único Spade.

Mary Astor interpreta un papel irritante. Mentirosa a ratos, a otros mujer desvalida, a otros femme fatale. Su interpretación también es notable y su dúo con Bogart la hace aún más brillante. Aunque la dupla de Bogart en el cine, siempre será Ingrid Bergman. Peter Lorre es otro grande en este film. Capta también la esencia de su personaje. Lorre interpreta a la perfección al señor Cairo y nos muestra su lado más sereno y afeminado. Greenstreet es Gutman, el jefe de toda la trama. Hace bien su trabajo de interpretar a un pez gordo (nunca mejor dicho). Incluso fue nominado al Oscar a Mejor actor secundario.  Elisha Cook Jr. Es el matón de turno, con alguna que otra tridimensionalidad.

También destacan las interpretaciones de Lee Patrick como la eficiente secretaria Effie; Barton McLaine como el Teniente Dundy de la policía y Ward Bond como el detective Tom Polhaus, su más tolerante ayudante.

La BSO es de Adolph Deutsch. Una BSO clásica y muy propia del cine negro.

En resumen, el film es la cumbre del cine negro. Un clásico por el que no pasan los años y un auténtico homenaje a Dashiell Hammett. Mi puntuación es de 8’9.

Y esto ha sido todo por hoy. Mañana tendremos a Carlos Sánchez. Os recomiendo que veáis esta película y disfrutéis del mejor suspense. Un saludo.

Aarón Hernández.

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