domingo, 6 de abril de 2014

Jack Lemmon.


Jack Lemmon, amigos. Uno de los más grandes del cine y una de mis debilidades cinéfilas. Sus películas son clásicos que maravillan pese al tiempo que pase. Para mi, Lemmon es uno de mis actores favoritos de todos los tiempos y por ello, hoy en 7Artes, le rindo esta homenaje.

Descubrí a Jack Lemmon por primera vez en su interpretación del Profesor Fate en La carrera del siglo de Blake Edwards. Desde entonces me quedé prendado de esa capacidad que tenía de ser sobreactuado sin sobreactuar. Algo extraño pero que solo podía lograr el grandioso genio de Lemmon. Por ello decidí seguir a este actor a lo largo de toda su filmografía. 


Su fantástica sociedad con Billy Wilder fue otro de los puntos fuertes en la carrera del genio nacido en Massachussets. Desde Con faldas y a lo loco ambos se asociaron en una relación director – actor imperecedera. Wilder entendía a Lemmon y Lemmon entendía lo que quería Wilder. De esa unión nacieron películas como El Apartamento o Irma la dulce en las que los clásicos líos que proponía Wilder le sentaban como un guante a un Lemmon que nos cautivaba con su personaje pusilánime y su risa sobreactuada.


Pero Lemmon también supo ponerse en la piel de un drama. Un drama irónico y mordaz, casi negro. Esa fue la película de Blake Edwards Días de vino y rosas. Una actuación sublime que nos muestra a un Lemmon diferente, a un actor capaz de ponerse en la piel de un alcohólico en este melodrama.

Todo esto fue en los 60s. Sin embargo, ya en 1955 había ganado su primer Oscar, a mejor actor secundario, por Escala en Hawai. Su segundo Oscar, esta vez a mejor actor principal, le llegaría en 1974 por su increíble interpretación en otro drama, Salvad al tigre. Demostrando así, su fantástica capacidad para trabajar en varios registros. Aunque, para mi, la comedia siempre será su mejor faceta.


Y si hablamos de comedia y de Lemmon, hay que hablar de Walter Matthau. Su mejor pareja masculina en el cine. Ambos formaron una pareja cómica mítica. Su primera colaboración juntos fue en el film En bandeja de plata. El grandioso éxito de la cinta los catapultó a otras más como Primera plana, La extraña pareja o Aquí un amigo.

 Ya en los 70s y 80s entró en un cine más ambicioso y dramático. Una cinta destacable de esa época, por la que volvió a estar nominado al Oscar fue Desaparecido. Y ya en los 90s participó en algunas películas de prestigio como JFK o Éxito a cualquier precio. Recibió el Oso de Oro a toda una carrera en el festival de Berlín.

Y por aquella época aconteció otro gran momento, cuando en los Globos de Oro, Ving Rhames ganó frente a Jack Lemmon y decidió, al ser un gran fan de Jack, darle el premio en reconocimiento a su gran carrera. Gesto que fue notablemente aplaudido.

Finalmente Lemmon fallecería en 2001 de un cáncer de colon. Sin embargo, su leyenda aún vive y se ha labrado un nombre en la historia del séptimo arte. Por ello, merece el aplauso de todos aquellos que amamos el cine en particular y el arte en general.


Mis tres películas favoritas de Jack Lemmon son Con faldas y a lo loco, El Apartamento e Irma la dulce. Todas ellas dirigidas por Billy Wilder.


Y esto ha sido todo por hoy. Sean felices, como yo. 

Aarón Hernández.  

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