viernes, 26 de octubre de 2012

Todos somos Domingo.


Hoy se suponía que tenía que escribir sobre mi diccionario personal. Pero no va ha ser así. No quiero tratar un tema banal si mientras tanto hay un tema de trágica actualidad que colea por los rincones de Granada. Habrá que dejarlo para otro día.

Ayer como todos saben apareció muerto un vecino de La Chana. Concretamente se suicidó, iba a ser deshauciado de su hogar. Las tragedias impactan en el colectivo de un pequeño barrio en el que, como si de un pueblo se tratase, todos se conocen.

Aún me consterna la muerte de mi tendero de toda la vida, que fue atropellado en la autopista. Y ahora, tu librero de confianza. Tan cerca de donde comencé mis estudios, Santa Micaela. Era imposible no haber visitado su papelería. Todos sabían quien era.

En el teatro de la vida cuando conoces a alguien te impactan más las cosas. Más aún si se producen de la forma que hemos vivido.

De todos es sabido que se trataba de un hombre trabajador, sacrificado y siempre atento a sus negocios. Su papelería era su más preciada forma de vida. Todos la hemos visitado. Me he comprado cromos, tazos y miles de cosas allí. Porque estaba al lado de mi colegio. Y siempre que se pasaba por esa calle sabías que Domingo estaría abierto.

Por eso ayer se mascaba la tragedia. Minutos antes de que el banco lo echase de su casa, la casa que con tanto trabajo había mantenido, este hombre trabajador se quitaba la vida. Suicidio o asesinato del gobierno dicen.

A veces en la cruel vida tiene que pasar algo trágico para abrirnos más los ojos. No es humano que los bancos jueguen con la vida de las personas. No es humano que haya que llegar a estos limites. No es humano estar manejando dinero en un despacho mientras sabes que tus manos están manchadas de sangre y lágrimas.

Que sobre tu adinerada conciencia llevas a miles de familias que se ven en la calle o en los comedores sociales que cada vez van teniendo más problemas.

No es humano. Y en estos momentos la gente levanta la cabeza y con los ojos ahogados en agua salada miran a los políticos y gritan que Rajoy tiene la culpa. Es un gran error.

No hay que mirar a la derecha, PP, o a la izquierda, PSOE; hay que mirar hacia arriba. No existe la izquierda, ni la derecha. Existen unos señores que rigen todo desde arriba y que "intentan" mejorar el país a base de cargarse las vidas de las personas.

Por eso los políticos no son líderes. Porque no saben apreciar que están en el poder porque nosotros queremos. Es tiempo de hacérselo ver. No va a servir que nos indignemos o nos manifestemos para nada. Hay que tomar medidas.

No podemos permitir más tragedias como estas, no podemos permitir más familias pasando hambre, no podemos permitir más lágrimas en las almohadas, aún sabiendo que al menos tienen almohada en la que llorar. Algunos no tienen ni eso.

Día tras día se demuestra que no estamos haciendo bien nuestro trabajo. Y que si de verdad un Dios nos puso en la tierra, debe estar pidiendo que le devuelvan el dinero.

Que quede claro que en esta sociedad todos no somos iguales y que mientras la minoría de arriba siga mandando en la mayoría silenciosa, la gente seguirá muriendo.

Si hay alguna forma de honrar la memoria de un hombre como Domingo, es recordandolo como un trabajador. Y, sobre todo, que esta historia no caiga en saco roto. Desde ayer, hoy y hasta que las cosas cambien, todos seremos Domingo. Todos seremos la voz de los que no pudieron seguir gritando por sus derechos. Todos unidos tenemos que intentar cambiar el mundo.

Es muy difícil, pero como decía John Lennon, "Soy un soñador, pero no soy el único".

Descansa en Paz, Domingo.

Hoy no habrá un "Quieranme" como despedida. Hoy habrá una consigna. Preparaos.

Aarón Hernández.

4 comentarios:

  1. Chapó!
    Gran entrada, hasta ahora, la que más me ha gustado de tu blog.

    #TodosSomosDomingo

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  2. Aarón, esta entrada dice mucho e ti, te honra, eres una persona increíble, un poco rarito siempre desde el cariño calificándote mas acertadamente de especial.
    Aunque hay algo que te falla y que no te deja ser feliz, aunque pienses que si,una ve de uno de tus amigos me hizo esa pregunta, y hoy te la hago yo a tí Aarón Hernandez ¿Eres feliz?

    Con cariño
    Semper tua

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    1. Me considero una persona feliz. En líneas generales lo soy y estoy satisfecho con lo que tengo. Y ahora me gustaría que no te escondieses tras un anónimo y, al menos, me dijeras quien eres. Gracias por los alagos ambiguos. Un saludo y espero, sin acritud, que me digas quien eres, ya que yo te he contestado a tu pregunta, pese a que no estoy aquí para hablar de mi vida.

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