100.

Bienvenidos. Hoy es un día especial. Hoy es el día 100. Éste es el artículo 100. Hoy es una fiesta, una celebración y una reflexión. Permitanme sincerarme, quitarme la máscara ante ustedes y revelar mis sentimientos. Permitanme echar la vista atrás y ver como comenzó ésta aventura que hoy llega a los 100 días de vida.

Yo comencé ésta aventura sin muchas pretensiones. Solo quería dar mi opinión, dar un trozo de la sabiduría que había cosechado durante años. Quizás la sabiduría que yo tenía no era importante. Quizás soy una enciclopedia llena de tonterías. Nunca podría saber si mi contribución sería buena si no me dedicaba a mostrarla.

Así me planteé el hacer un Blog. Pasé unos momentos maravillosos en el verano y después llegó el aburrimiento, el después del subidón. Tenía que empezar a hacer cosas. Y la verdad, todos decían que yo escribía bien y como para mí no era difícil, decidí dar el paso. Así nació 7Artes. Nació para dar mi opinión, más o menos válida, pero siempre justificada en solidos argumentos. Mi primer artículo de importancia estuvo dedicado a Marcelo Bielsa.

Bielsa es un ejemplo de humildad y trabajo. Su sabiduría es una inspiración constante para mi persona. Es la fuente de mi creación, es lo que me mueve a seguir. Su filosofía, la constancia, el trabajo bien hecho, la búsqueda de la perfección y el amor por la vida.

Son 100 días dedicados a una afición que se convirtió en mucho más. Se convirtió en parte de mi vida. Nunca he fallado, salvo en los días festivos y en los días en los que la fuerza me fallaba. Desde las letras de éste blog se ha contemplado mi enfermedad. Intenté volver a escribir cuando me creía curado y después vino lo más duro y no pude continuar.

Gracias a lo leve que en realidad fue, a nivel inmunológico, mi enfermedad, pude volver. Sin embargo, solo yo se el calvario que viví esos 21 días que pasé sin apenas poder beber agua. Escribí entradas como Danger Is Back o AHT's 7 Reggae mientras estaba enfermo. Luego no pude seguir. Aunque el blog se estaba convirtiendo en una rutina, esos días lo eché mucho de menos y quería volver a regalar mis palabras al mundo.

No es fácil llevar un blog de Lunes a Viernes. Sin fallar. Es duro. Hay días en los que no te viene la inspiración, días de cansancio y días en los que te gustaría hacer otra cosa. Sería falso si dijese que nunca pensé en dejarlo. Lo hice muchas veces, pero ninguna de forma tan clara como hace menos de una semana.

Hasta hace pocos días, hoy iba a ser el último día de 7Artes. Pensé en llegar a los 100 artículos y dejarlo. Dejarlo hoy. Lo tenía muy claro. No quería seguir siendo el tío del blog, el que da la brasa con sus artículos y no hace nada más que eso.

Luego reflexioné. Pensé acerca de lo que hago. Dedicarme a éste blog es más de lo que ya hacen muchos. Doy mi todo en cada palabra que escribo. Sé que detrás de la pantalla hay gente que me lee, gente que valora mi opinión y eso es muy grande. Es muy importante. Sería injusto y egoísta dejar el blog. No por mi, si no por todos los que me leen, por los que valoran mi trabajo y mi dedicación. Un montón de trabajo se ve recompensado por un solo halago. Uno es más que suficiente para darle sentido a mi trabajo. No soy una hermanita de la caridad, pero tengo claro que no hago esto por dinero.

Vosotros dais sentido a mi trabajo. Siempre digo que mi trabajo acaba cuando tu lo ves y lo valoras. Ya sea de forma positiva o negativa. Puedes apreciar mi esfuerzo o no hacerlo. Puedes pensar que esto a lo que me dedico es una tontería, pero al menos es mía. Es mi tontería y en éstos años, tener algo tuyo, algo que te hace único es muy grande.

Soy consciente de que muchas veces habré ofendido a gente. Se que mi opinión puede ser punzante. Y también se que es algo que seguirá sucediendo, porque es parte de mi. No podré evitar en el futuro que mi opinión no guste a todos. En la diversidad y el pensamiento crítico está la clave. Mi obligación como dueño de éste blog es expresar mi opinión sin tapujos y criticar lo que considero actitudes absurdas, molestas o de dudosa moral.

Echo la vista atrás y veo que he podido ser chulo, prepotente. Es necesario hacerse valer en un medio en el que abundan los trolls y en el que si no comes, te comen. Puedo ser prepotente pero nunca me he creído con una opinión más válida que la de los demás. Siempre respeto las opiniones ajenas, siempre y cuando estén bien argumentadas y justificadas. Nada de ocultar la falta de razón con rabietas, insultos o mayúsculas.

Hoy es un día de reflexión, de nostalgia. Esa melancolía de los tiempos en los que empecé. Son 100 artículos ya y aún así creo que nunca os he dicho esto de forma clara. He venido a deciros que os sigo queriendo, que os aprecio, que no hay nada que me haga más feliz que el hecho de que valoréis mi trabajo. He venido a deciros que espero teneros en mi vida, con vuestros ojos surcando las líneas que tyo escriba, por otros 100 artículos más.

He venido a decir que sois grandes y que sois la brisa que hace navegar a éste velero que es 7Artes. Yo soy un simple capitán de barco, que se hundirá cuando ustedes lo vean conveniente. A fin de cuentas mi opinión es una más, pero la vuestra es la que valora si leerme o no.

Os agradezco a todos vuestro apoyo, a todos los que visitan 7Artes. Sin embargo quiero hacer especial mención a todos los que me han ayudado a seguir. Ellos son Paco Titos, Salva Rayo, Carlos Sánchez (El gran ganador de premios en el AHTómetro). También a aquellos que me dan la enhorabuena por mis artículos como es el caso de Marta Cárdenas, que junto a Marina Pulido serán las primeras en leer mi novela cuando esté acabada.

Ésta gente es parte de 7Artes. También lo ha hecho posible y para ellos también debe ser un mérito llegar a 100 artículos. Poco más me queda por decir. Seguid fieles a éste blog y yo seguiré esforzándome y dejándome las manos en escribir por y para vosotros.

Esto ha sido todo por hoy. Todo por el día 100. Esto es 7Artes, lo demás, imitaciones. Recuerden las palabras de Bertolt Brecht: "El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla es un criminal". Quieranme.

Aarón Hernández.