jueves, 4 de abril de 2013

Con la Iglesia hemos topado

El ex-Papa, con su mayor aliado
El ex-Papa, "Vini, vidi, me fui"
Ser Papa no debe ser fácil. Polémica donde quiera que vayas y de los temas que hables. En el ojo del huracán cada vez que pronuncian las palabras preservativo, células madre u homosexuales. Y es normal. Habrá gente que esté de acuerdo o no.

Papas que todos recordaremos como Juan Pablo II, muriendo dignamente en el cargo. O como Benedicto XVI, con una salida ruin y cobarde de su puesto al frente de la iglesia. El 11 de febrero de este año pronunció un sonoro “ahí os quedáis que yo me voy”, que como todo buen pastor abandona a su rebaño cuando está en peligro (nótese la ironía), viendo que el chiringuito que había montado se le estaba cayendo encima con toda la mierda dentro. Mierda entre la que se encuentra que haya acusaciones en torno a la Iglesia de pederastia. Y mientras Benedicto haciendo oídos sordos. #ConUnPar

El 13 de marzo del mismo año pusieron al frente del quiosco al actual Papa Francisco I. Enseguida Twitter se hizo eco de la noticia con sus comentarios más jocosos jamás vistos por la especie humana. “Paquito el chocolatero” o “Papanamericano” fueron los más sonados.
En lo poco que lleva en el trono, ‘Paquito’ ha tenido gestos audaces para alertar al mundo de que las cosas en la Iglesia católica no regresarán a la normalidad. O a lo que ellos creían que era lo normal.

El papa Francisco realmente cree en la simplicidad. Hasta ahora, ha dicho adiós a cualquier vestigio de opulencia, como cruces de oro en el pecho o túnicas de armiño, camina en lugar de subirse a una limusina con chofer, y al menos por ahora se rehúsa a vivir en el Palacio Apostólico. Este jueves, lavó los pies a varios jóvenes delincuentes en un centro de detención en Roma. Entre ellos había dos mujeres; una de ellas era musulmana. Que los católicos del mundo tomen nota.

Yo no la tomaré. No soy católico. Sólo aviso, para que luego no me lo echéis en cara. Me bautizaron cuando yo no tenía uso de conciencia ni razón y me hicieron hacer la comunión cuando yo no tenía sentido común, cuando en esa edad somos todos unos indefensos críos manipulados al antojo de la sociedad. Hay que ver, con lo monos que estábamos con el traje de marinero haciendo la comunión. Una vida sencilla y humilde, lo que los pastores de la secta cristiana predican, es gastarse un dineral por un traje que sólo usarás un día de tu vida. Y encima de marinero. Pero qué cuyons tendrá que ver la marina con la iglesia. Bué, pues nada. Cada cual a su ritmo.

La vida está llena de hipocresía y falsedad, y en eso la Iglesia no iba a ser menos. De verdad que me quito el sombrero por el nuevo Papa y sus acciones humildes. Pero como todo buen Papa también se ha envuelto en polémica. Los ya famosos discursos del uso del preservativo o de los homosexuales en la vida de todo Sumo Pontífice, no podían faltar en las misas de Bergoglio.

Aún siendo humilde, sus creencias no dejan de ser las mismas. Dice el Santo Padre que el uso del condón se limita sólo a casos de extrema urgencia, como pudiera ser una enfermedad de transmisión sexual. Si bien atendí en las tan útiles catequesis, Jesús decía: “amaos los unos a los otros, como yo os he amado”. Pero no dijo cómo. Y ahí la Iglesia no puede entrar. Habrá parejas que se quieran más, menos, y que no por hacer el amor de una forma u otra vayan a dejar de creer en Dios. Cada cual expresa su amor hacia otra persona como se le antoje.

Y el segundo tema candente del que ha hablado es la homosexualidad, alegando que es una pretensión destructiva al plan de Dios. Vaya, que no pueden tener hijos de manera natural. Ah, pero… ¿los curas, papas y demás miembros de la Iglesia pueden tener hijos? ¿Entonces no son ellos también una ofensa contra la creación de Dios? #Pregunto

Yo, personalmente, dejé de creer en Dios allá por el año mil novecien…dos mil… bueno, no me acuerdo si hice la comunión creyendo en Dios. No sé si hay o no algo ahí arriba. No sé si el verdadero dios es Dios, Alá o Buda. ¿Pero sabéis qué? Me da igual. No voy a malgastar ni un mísero segundo de mi vida en pensar en ello. La vida es tal cual la conocemos, fluye de manera natural y no se mueve por un ser omnipotente, que todo lo ve y todo lo sabe. Porque la Biblia, como la vida, está llena de metáforas e ironías
Un arzobispo construyendo un pozo en el tercer mundo, eso sí es ironía y de las grandes.

Pero cuidado, que como dijo Don Quijote a Sancho: “con la Iglesia hemos topado”

Sed felices. Y odiadme, pues vuestro odio hace mi orgullo.

Carlos Sánchez

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