Bienvenidos una semana más a 7Artes. Hoy abre la semana el de siempre, el padre de la criatura, Aarón Hernández, servidor. ¿De que hablaremos hoy? Pues de todo un poco. De despedidas, de gatos y de molestias.
En realidad de gatos no vamos a hablar más allá del gatito psicodélico que protagoniza esta entrada. Este gato es Pope Franciscus y os lo encontraréis en los lugares más insospechados. Si lo encontráis, hacedle saber que lo conocéis, por medio de las palabras clave. Si lo reconocéis decidle: “Señor me has mirado a los ojos”. Él sabrá que sois de la tribu y os recompensará.
Tonterías out. La pasada semana fue una semana de despedidas. Una fatídica semana para el mundo del espectáculo español. Murió Jess Franco. Conocido y polifacético director de películas horribles y que para mi gusto eran malas. Sin embargo, era un ser humano y tiene mi respeto y mi deseo de que descanse en paz, más allá de la calidad de su cine. Bigas Luna también nos ha dejado. El director y guionista español tampoco era de mi gusto. Su cine me parece la cara más mala del cine español, que ya de por si, muy bueno no es. Aún así, tal y como dije en el caso del Tío Jess, mi sentido pésame a su familia y mi reconocimiento a su trabajo.
Si alguna muerte nos ha conmocionado, esa ha sido la de Mariví Bilbao. Conocida por todos por ser Marisa en ANHQV e Izaskun en LQSA. Esta noble anciana ha sido para todos un icono de nuestra generación. La recordamos siempre fumando, bebiendo chinchón y jugando a las cartas. Cotilleando y mostrando la cara más divertida de la tercera edad. Nos hizo reír como la que más.
Su etapa en televisión la hizo famosa, pero también hizo sus pinitos en algunos cortos interesantes. Mariví era la vitalidad y se marchó de este mundo harta de fumar, beber y hacer todo lo que quería. No se privó de nada y nos demostró que así también se llega a los 83 y que la vida está para disfrutarla. La recordaremos siempre, porque era como tener una abuela más. Cada cigarro irá dedicado a tu memoria.
También fue la semana de los problemas en Twitter. El famoso vídeo que llevó a muchos a comentar y a unos pocos (3) a instancias de la ley, fue el tema de conversación de todos y cada uno de los usuarios de la red social de los cultos. Es gracioso, pero cada vez se está volviendo peor.
¿Dónde está la cultura? Se supone que la difusión de un vídeo sexual protagonizado por menores es considerado distribución de pornografía infantil. Y a los usuarios de Twitter no se les ocurre otra cosa que retuitear enlaces al vídeo o poner el enlace directamente. Eso se supone delito. Aunque lo han hecho tantos, que no habría sitio en las cárceles españolas.
No me quejo del TT o de los chistes que surgieron a raíz de uno de los protagonistas, de hecho me hacen gracia y me parece una buena forma de pasar el rato y divertirse. Las redes sociales tienen ese puñal de doble filo. O triunfas o te humillan. Y en éste último apartado creo que hay mucho listo y mucho gracioso. Un consejo para el futuro es no meterte con los demás cuando no aceptas que se metan contigo y mira que razones hay para hacerlo.
Usad Twitta con responsabilidad, que se supone que somos gente civilizada y con una educación en condiciones. Y ya de paso, si podéis iros las beliebers y las Directioners, mejor que mejor. Imagina un Twitter sin fanáticas de niños pijos que hacen pop para bebés. En su lugar que vengan fanboys y fangirls míos. Nunca pasará esto porque no existe un fenómeno fan a mí alrededor. Tiempo al tiempo.
Eso es todo por hoy. Un saludo y que Pope Franciscus os bendiga. Odiadme, que tengo que construir otra piscina en mi adosado. Una para perros.
Aarón Hernández.
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