Parafraseando a Ray Velcoro. Soy de la fuerte opinión de que tenemos el mundo que merecemos. La pregunta sobrevuela el aire: ¿Por qué? Sencillo. Y de eso va a tratar este enigmático regreso repentino a un blog que se para pero nunca acaba.
Este blog se frena cuando la creatividad de su humilde redactor deja de fluir o fluye en una dirección totalmente opuesta. Porque la realidad es que a veces la inspiración, esa inspiración de la que hablé quizás hace dos años y que me granjeó algún que otro halago que llegó al fondo de mi corazón, muchas veces desaparece. Se esfuma y solo me quedan dos salidas. Escribir mierda, disculpen la palabra, o dejar que las pilas se recarguen y que las musas vuelvan a entrar por la ventana y abracen una mente que probablemente ya está cansada de pensar. Cansada de mover su engranaje para nada. Nada.
Y de eso trata esto. Porque, a veces, la inspiración no es un guiño de arte. No es una bella mujer. No es amor o romanticismo. A veces la inspiración puede ser dolor. Puede ser frustración. Enfado. Y eso es lo que expongo aquí. Hoy mismo. Y no, no voy a hablar de Justin Bieber. Creo.
¿Porqué tenemos el mundo que nos merecemos? El mundo que nos merecemos es un mundo decadente. Oscuro. Lleno de humo y de telebasura. Sobrepeso y fracaso escolar. Joder, nos merecemos lo que tenemos. Pagan justos por pecadores. Como en todo en esta vida. Alguien paga los platos rotos. Yo no soy un santo ¿Me merezco el mundo que tengo? Díganlo ustedes.
Vivimos en un mundo en el que por norma general la gente es mediocre. Suena duro. Lo sé. Mediocres volviéndose locos con esta afirmación. Alusiones ¡A la hoguera! Gritarán algunos. Ahora paren el carro. Piensen. Si no estamos rodeados de mediocres ¿Como vivimos en un país en el que Sálvame Deluxe es líder de audiencia? Un mundo en el que MYHYV es el ejemplo a seguir de miles de jóvenes. Ahí tenéis el reality de YouTube "Chicos y Chicas". Todos los que van a ese "programa". Swaggers. Swaggers que pueblan España. Pensándolo bien, no se si tenemos el mundo que merecemos, pero de algo estoy seguro, tenemos la España que nos merecemos.
Hoy mismo, Telecinco ha anunciado que dobla la emisión de Sálvame Deluxe. Además de los viernes, tendremos buena ración de bazofia también los sábados. Bueno, yo no tendré nada. Hace años que no veo la maldita televisión. Muchos pensarán: "Así de fácil. No te gusta, no lo veas". Estamos de acuerdo. Quizás mi furia no viene por el programa en si. Quizás viene por mi manía de meterme en la vida de las personas. Una forma de conciencia social, claro está. Cada uno es libre de ver lo que quiera. Luego no quiero quejas. Luego no quiero ver manos en la cabeza cuando chavales de 15 años se dan de hostias por temas absurdos tales como un amor de verano. He visto eso.
Luego no quiero quejas porque hay chonis, canis y swaggers en todas partes. Y no me vendáis la moto de que cani o choni se nace. No es así. La educación en la casa es vital. Educación que pasa por evitar los Sálvames y los MYHYV. Pero quizás ni siquiera los padres tienen educación. Y así nos va ¿Todo el que ve MYHYV es un descerebrado? No. Nunca se puede generalizar ¿La gran mayoría? Si. Ahí tenéis aquellos tweets horribles sobre el accidente de Germanwings porque el informativo especial había evitado la emisión de la ración diaria de barriobajeros y musculados bodrios andantes.
Cada uno ve lo que quiere y no quiero ver quejas. No las quiero cuando niños y niñas tengan sobrepeso por la campaña de idealización de las "curvas". Ya hablé de eso hace tiempo. Una mujer con curvas es siempre mejor. Una mujer con sobrepeso tiene un problema médico. Eso que quede claro. Una de cal y otra de arena. Y digo más. Luego no quiero quejas de gente que se descarría y deja la mente aparcada para cultivar el cuerpo. Un cuerpo de gimnasio y esteroides solo porque es lo que gusta. Porque no te vas a comer una mierda con ninguna si no eres un musculitos.
¿Cuánto valen esas mujeres que solo quieren músculos? ¿Cuánto valen esos hombres que solo quieren figurines en sus camas? ¿Cuánto? Para mi, menos que nada. Tienen el mundo que se merecen. Nunca digas nunca. Pues yo digo nunca. Nunca entenderemos que somos imperfectos. En todos los ámbitos. No fuimos creados a la perfección. Quizás eso nos diga que, si fuimos creados a su imagen y semejanza, Dios no es perfecto. O tal vez no exista. Somos por lo general egoístas y desesperanzadores. El ser humano pierde su humanidad día a día.
Músicos de calidad tocan en la calle por unas tristes monedas mientras niñatos de 12 o 15 que escriben "Todabia" en una red social se hacen de oro cantando mierda. Otra vez. Mierda. Jorge Javier Vázquez saca su segunda novela. E.L. James está montada en el dólar. La gente se queda en la puta calle. Otros con el talento justo y el conocimiento aún más justo triunfan. Y claro que merecemos lo que nos pasa. La justicia poética es que al final solo queden los animales sobre el planeta tierra. Nos creemos los dueños de un cortijo bello en su concepción y que hemos llenado de basura y crueldad.
Y ponemos a los animales a hacer el imbécil en televisión. Y los metemos en una plaza y los asesinamos a sangre fría ¿Ese es el ser humano? Que le den al ser humano. El ser humano tiene poco de humano y mucho de ser. Ser despreciable. Repito por enésima vez que hay excepciones. Excepciones que nos hacen ver la luz. Tener esa cruel y falsa esperanza eterna. Siempre habrá alguien que te haga feliz. Pero una cosa no quita la otra. Tenemos un problema. Un problema que quizás nunca se resuelva o incluso vaya a peor. Pedir soluciones a una persona en el poder en una sociedad corrupta es inútil.
Y hasta aquí la reflexión de hoy. Volveré, pero no se cuando. Cuando la inspiración vuelva a llamar a mi puerta y nos sentemos a conversar en un diálogo imaginario en el que podemos ser por un minuto lo que queramos ser.
Aarón Hernández.
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